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miércoles, 6 de julio de 2011

IVIC brinda asesoría genética a pacientes con enfermedad de Huntington

El Laboratorio de Genética Humana del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) cuenta con una consulta de asesoramiento genético desde hace más de 40 años. Los primeros diagnósticos moleculares de la enfermedad de Huntington en el país datan del año 1996, año en el que se comenzó a estudiar directamente el gen en la institución.

Conocida antiguamente como “corea” (del griego danza) por el movimiento característico de algunas de las personas afectadas, y llamada coloquialmente “mal de San Vito”, la enfermedad de Huntington es un trastorno neurológico degenerativo que afecta determinadas zonas del cerebro en las que las neuronas van deteriorándose funcionalmente, lo que provoca movimientos involuntarios incontrolados, desarreglos psíquicos y pérdida de las funciones intelectuales.

La patología fue descrita por George Huntington en 1872. Se sabía que era causada por una anormalidad genética, pero no es sino hasta 1993 cuando se descubrió la porción específica del gen responsable gracias a los estudios de casos que se hicieron en poblaciones de la Costa Oriental del Lago de Maracaibo en Venezuela, zona en la que se encuentra mundialmente el mayor número de afectados con esta enfermedad.

En el Laboratorio de Genética Humana del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), en el año 1996,  se realizaron los primeros diagnósticos moleculares entre los pacientes, para determinar si los afectados presentaban o no la mutación e identificar asimismo a las personas bajo riesgo antes de que comenzaran a manifestar la enfermedad.

Ello fue posible porque el grupo de investigadores del referido laboratorio -liderados por Sergio Arias, primer genetista de Venezuela- logró estudiar directamente el gen responsable de la patología para determinar la mutación específica en los pacientes y realizar un diagnóstico preciso, con el fin de comunicar, a quienes así lo decidieren, si presentaban la enfermedad, si eran o no portadores y a qué edad podrían manifestar los síntomas.

En aquel entonces,  “había familias con la enfermedad que tenían un diagnóstico clínico pero que no habían sido estudiadas desde el punto de vista molecular porque no se conocía el gen responsable. Empezamos a analizar marcadores del ADN que estuviesen cercanos al gen y eso nos permitió encontrar, en los descendientes de los pacientes originales, quiénes portaban la mutación y quiénes no” explicó la doctora Irene Paradisi, investigadora del IVIC quien trabaja junto al doctor Sergio Arias, hoy día asesor genético del Instituto.

En el 2008, en la revista especializada Journal of Human Genetics, los científicos del IVIC Arias, Paradisi y Alba Hernández presentaron una recopilación de sus estudios en cuanto a la enfermedad de Huntington, a partir de los resultados moleculares obtenidos desde 1996. “Con esa investigación se hicieron otras búsquedas para establecer cuál era el origen étnico de esa mutación en Venezuela: encontramos que para todas las familias estudiadas el origen es caucasoideo, es decir, es una mutación de origen europeo que ingresó al país antes del siglo XIX. La enfermedad es poco frecuente en africanos, asiáticos e indoamericanos y más en europeos” refirió Paradisi.

En cuanto a la alta frecuencia de la enfermedad en el estado Zulia, la investigadora explicó que se debe probablemente “a un efecto fundador ancestral; es decir, un individuo portador del gen con la mutación ingresó a esa población hace mucho más de 120 años, y tuvo abundante descendencia”.  Sin embargo, la doctora aclaró que no hay ningún dato objetivo sobre la antigüedad de dicho evento y además no se conoce con exactitud si fue un hombre o una mujer el portador del gen. Por una parte, hay probabilidades de que haya sido un varón porque puede producir mayor número de descendientes que una mujer; y por la otra en algunas publicaciones extranjeras se propone que sí fue una mujer la que introdujo la enfermedad. “Lo que sí son datos objetivos es que el número  de hijos de cada familia es muy numeroso (hasta 10 o más), lo que contribuye a que el gen se transmita a un gran número de personas” afirmó.

Sin embargo, Venezuela no presenta la frecuencia más alta en comparación con otras enfermedades hereditarias de las que hay más pacientes. Hasta la actualidad se han identificado unas 120 familias que padecen de Huntington, que comprenden unos 500 individuos. Los especialistas del IVIC ratificaron que cuentan con un registro confidencial en el laboratorio que tiene una doble función: ofrecer a cada paciente un diagnóstico y asesoramiento genético conveniente que incluya el riesgo de recurrencia y paralelamente se despliega toda una investigación para conocer cómo están esos genes distribuidos en el país.

Sobre el asesoramiento
El asesoramiento genético es esencial para los individuos que padezcan esta enfermedad.  “Es un acto totalmente voluntario. Nuestra experiencia evidencia que la mayoría de los pacientes asintomáticos desean someterse a la prueba y recibir su informe y asesoramiento genético. Se exceptúan a los menores de edad porque ellos reciben la información sólo al cumplir la mayoría de edad en el caso de que decidan conocer cuál es su situación, porque ni siquiera a los padres se les transmite esta información” aclaró Paradisi.

Los especialistas del IVIC preparan una historia clínica que incluye los datos de la familia, su genealogía, se realiza un examen físico y se toma una muestra de sangre que pasa al laboratorio donde se extrae el ADN. Allí se producen copias del gen y se examina si éste tiene o no un fragmento expandible (un alelo expandido) porque de acuerdo al tamaño, puede predecirse la edad de inicio de los síntomas.

Una vez que se obtienen los resultados de laboratorio, se usa una curva de regresión con la que es posible predecir, de acuerdo al tamaño de la mutación, la edad aproximada de inicio de los síntomas. El médico del laboratorio entrega un informe al paciente en el que se explica si tiene la mutación en el gen IT15 (HD), que es el responsable de la Enfermedad de Huntington, y las indicaciones del tamaño del alelo expandido. Una copia de este informe se le entrega al paciente para que la reciba el médico que lo remitió y si no tiene uno se le indica que debe ponerse en contacto con un especialista neurólogo para que le suministre tratamiento para controlar los síntomas, porque el IVIC no lo proporciona.

Blancos terapéuticos
Para los especialistas del IVIC la situación es un poco compleja porque la función de los genes es producir proteínas y al estar alterados (mutados) estas proteínas -que son anormales- se depositan en los núcleos de la base del cerebro. El acúmulo de la proteína causa la degeneración fisiológica de algunos núcleos de la base, por eso mientras más grande es la mutación, más rápido se deposita y es la causa por la que puede manifestarse en personas cada vez más jóvenes. “Corregir un defecto en un gen no es posible actualmente en ésta y ni en otra enfermedad hereditaria, es extremadamente difícil porque el gen está en todas las células produciendo proteínas anormales y esto causa perjuicios” advirtió la doctora Irene Paradisi del IVIC.

Los blancos terapéuticos a nivel mundial -de acuerdo a la especialista- se dirigen a encontrar una forma de evitar su progresión o retardar su aparición. “Se están estudiando muchos modelos en ratones; en humanos no es posible experimentar, pero hay grupos en Suecia, Inglaterra, y otros países trabajando en esa área para tratar de encontrar un tratamiento, pero hasta el momento esto no ha sido exitoso” dijo.

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