El Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) dictó curso de actualización a estudiantes de posgrado.
Altos de Pipe, 01 de marzo de 2011 (Vanessa Ortiz Piñango).-
Para el año 2008, fue la primera causa de muerte en el mundo entero de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), y la segunda en Venezuela después de las enfermedades del corazón según el anuario de mortalidad del Ministerio del Poder Popular para la Salud. El cáncer acaba con la vida de millones de personas, y pese a los esfuerzos, los pronósticos son desalentadores.
Aunque el cáncer comienza con la transformación de una sola célula normal en una tumoral, la enfermedad avanza debido a la interacción de factores hereditarios y ambientales, como el consumo de alcohol y cigarrillo, la sobre-exposición a radiación solar y la existencia de infecciones previas que propician la inflamación. Además, el envejecimiento favorece la acumulación de alteraciones genéticas y el desequilibrio hormonal, aumentando la predisposición. En realidad, las causas que inducen tumores son solo piezas de un complejo rompecabezas. Según estimaciones de la OMS, la mayoría de las defunciones por cáncer ocurren por metástasis, es decir, cuando las células anormales se propagan rápidamente por el cuerpo e invaden otros órganos.
Conocer los últimos adelantos en materia de progresión del cáncer fue el objetivo principal del curso de actualización Biología molecular y celular del cáncer, dictado recientemente en el Centro de Microbiología y Biología Celular del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) por el Dr. Manuel Rieber, investigador-jefe del Laboratorio de Bioquímica Celular y miembro honorario de la Sociedad Venezolana de Oncología.
“Queremos formar a buenos profesionales biomédicos, facilitando que la generación de relevo aprenda a razonar, discutir, analizar y no solamente a memorizar. La idea es comprender desde procesos inflamatorios previos, pasando por una hiperplasia (exagerada multiplicación de células sanas), displasia (anomalía en el desarrollo de un órgano), hasta la posibilidad de un carcinoma in situ (localizado) o invasivo” explicó Rieber.
En el curso participaron estudiantes de cuatro posgrados del IVIC: Inmunología, Bioquímica, Microbiología, y Fisiología y Biofísica. Uno de los aspectos abordados durante el desarrollo de la actividad fue el crecimiento exitoso del tumor, el cual está condicionado por su capacidad para sobrevivir en un ambiente restringido de nutrientes, principalmente glucosa y oxígeno. En su afán por expandirse, el tumor se va separando de esa fuente de energía; cuando por fin lo logra, “se produce una enorme restricción metabólica en las células tumorales más distanciadas de los sitios de vascularización (donde se alojan los vasos sanguíneos). Muchas de ellas mueren por falta de adaptación, pero las pocas que sobreviven adquieren una resistencia mayor, reduciendo la efectividad del diagnóstico y tratamiento, sea quimioterapia o radioterapia” dijo. En este sentido, el especialista propone limitar el metabolismo de glucosa para potenciar los tratamientos convencionales.
Formación de calidad
Emelyn Salazar y Edison Mayorca son estudiantes del Doctorado en Inmunología del IVIC. Salazar no lo pensó dos veces y aprovechó la oportunidad de prepararse en esa área porque “una de las metas en la actualidad es conseguir la cura del cáncer”. Mayorca, por su parte, ha adquirido experiencia en el Centro de Medicina Experimental del IVIC trabajando en la búsqueda de compuestos naturales con actividad antitumoral. “El programa fue bastante completo, porque no sólo abarcó cáncer sino todo lo relacionado con el tumor”.
Ali Calderón, estudiante del Doctorado en Bioquímica del IVIC, considera que el estudio del cáncer debe convertirse en una prioridad nacional debido a la elevada incidencia de la enfermedad. “Lo que más me llamó la atención del curso fue saber la potencialidad que tienen ciertas moléculas de inducir estrés oxidativo para matar preferencialmente a las células cancerígenas”.
Aunque esta vez no se pudo combinar el aprendizaje teórico con la práctica en laboratorio, los estudiantes quedaron muy satisfechos. “Lástima que faltaron los experimentos, porque con ellos uno puede entender más el abordaje del cáncer” dijo Salazar. Al respecto, Rieber señaló que a pesar de las actuales restricciones presupuestarias, la formación científica de calidad siempre requiere “la capacitación experimental. Es imposible sustituir la mejor conferencia por el entrenamiento de los jóvenes”.
Estadísticas
La Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene motivos de sobra para conmemorar anualmente el 4 de febrero como el Día Mundial contra el Cáncer. Solo en 2008, más de siete millones de las defunciones ocurridas en el mundo fueron atribuidas al cáncer, con altas probabilidades de que sigan aumentando hasta sobrepasar los 11 millones de casos fatales en 2030. En aquel entonces, los principales tipos de cáncer reconocidos por la OMS en orden descendente fueron: pulmonar, gástrico, hepático, colorrectal y mamario.
De acuerdo con el último anuario de mortalidad del Ministerio del Poder Popular para la Salud, el cáncer provocó la muerte de 19.796 venezolanos en 2008, siendo las causas más frecuentes los tumores malignos alojados en los órganos digestivos en primer lugar; los órganos respiratorios e intratorácicos en segundo lugar; y los órganos genitales masculinos en tercer lugar.
Estas alarmantes cifras pueden disminuir. Según la OMS, alrededor del 30% de los cánceres pueden prevenirse a tiempo. ¿Cómo? Reduciendo el consumo de tabaco y cigarrillos, bajando de peso, ingiriendo suficientes frutas y hortalizas, haciendo ejercicios, evitando el consumo de bebidas alcohólicas, manteniendo relaciones sexuales seguras, reduciendo la contaminación del aire de las ciudades y disminuyendo la inhalación de humo por la quema de combustibles sólidos.
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