Caracas. En la web, periódicos y revistas abundan los avisos que ofrecen adelgazar sin cirugías, inyecciones para aumentar los glúteos y borrar arrugas en pocas sesiones, que se pueden pagar en cuotas y en combo.
El reciente caso del Centro Estético Dani Light, donde el lunes falleció una tercera persona sometiéndose a una sesión de aumento de glúteos, vuelve a encender las alarmas sobre los supuestos tratamientos médicos para la belleza.
La Red de Sociedades Médicas y Científicas emitió ayer una nueva advertencia sobre el aumento de las infecciones asociadas (micobacteriosis no tuberculosa).
El Instituto de Biomedicina del Hospital Vargas tiene el registro de 594 pacientes marcados por aplicarse productos tóxicos en centros estéticos entre 2007 y 2010.
Esta institución se ha convertido en un centro de referencia de atención de complicaciones derivadas de malas prácticas estéticas, que de acuerdo con Ricardo Pérez-Alfonzo, director del Postgrado de Dermatología, con sede en la instituto, se convierte en una epidemia.
"Los procedimientos cosméticos no son malos en sí, el problema es quién, qué y cómo se aplican. Legislación hay, pero existe una falta de supervisión grande en casos que son un acto ilegal de la medicina", dice Pérez-Alfonzo.
El especialista refiere una resolución del Ministerio de Salud del 5 de febrero de 2001 que establece que los tratamientos invasivos con fines estéticos deben ser registrados como farmacéuticos y deben ser aplicados por médicos especialistas del área: dermatólogos o cirujanos plásticos.
Estética no es especialidad. El boletín de la red habla del intrusismo de personas inescrupulosas que no tienen la competencia y credenciales para realizar actos médicos.
La presidenta de la Sociedad Venezolana de Cirugía Plástica, Reconstructiva Estética y Maxilofacial, Marisol Graterol, señala que en el país no existe ninguna especialización en medicina estética avalada por la Federación Médica Venezolana.
Cuerpo extraño. El boletín señala que el problema ha puesto en boga una nueva enfermedad: la alogenósis iatrogénica, que son las deformidades causadas por procesos inflamatorios como reacción a cuerpos extraños.
Esto ocurre con los materiales de relleno, para arrugas o aumento de glúteos. Los biopolímeros, derivados de hidrocarburos y mezclados con silicona líquida, no son reabsorbibles por el cuerpo y generan rechazo, expresado en inflaciones, dolor y daño del tejido.
Atender estas complicaciones pasa por hacer tratamientos con inmunomoduladores, para inducir al cuerpo a aceptar las sustancia, o hacer aspirado con una cánula, explica el cirujano plástico Anthony Madrid Dupuis.
Sólo los implantes de prótesis intramusculares y la lipoinyección de grasa son las técnicas seguras para el aumento de glúteos. El uso de ácido hialurónico es una nueva y costosa técnica. Muchos avisos ofrecen este producto, combinado con otras sustancias para hacerlo rentables.
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